Muchas personas, especialmente los dueños de negocios, consideran que invertir pudiera ser una mala idea, fuera de su alcance, o totalmente riesgosa. Las finanzas, al igual que la economía, son un tema en constante cambio, lo que dificulta nuestra adaptación y la de nuestro negocio a ciertas situaciones.
También en muchas ocasiones nos encontramos con consejos prácticos de conocidos o familiares para las finanzas y, en algunos casos, estas pautas financieras, que alguna vez se consideraron infalibles, se han convertido en mitos financieros, irrelevantes para la realidad actual.
Conocer la diferencia entre el mito y la realidad es lo que hará la diferencia para que, como dueño de negocio o emprendedor, puedas alcanzar tus objetivos financieros.
A continuación, te exponemos los mitos financieros más comunes que debes evitar, a fin de alcanzar tu crecimiento y el de tu negocio.
1.- Mito: Necesitas mucho dinero para invertir
Este es el mito más común. Muchas personas, entre estas los dueños de negocios, tienen conceptos erróneos de que la inversión requiere una gran suma de dinero, por lo que pareciera que nunca tienen suficiente dinero para empezar y que esto es sólo para millonarios.
No hay una “cantidad mínima” real para comenzar a invertir. Es mejor pensar en la gestión financiera como parte de tu perspectiva de vida, para asegurarte de invertir regularmente una parte de tus ingresos en sueños a largo plazo y una parte de tu disciplina financiera general. Y con la digitalización, incluso si recién estás comenzando, hay muchas opciones para elegir.
La realidad es que las opciones son tantas, que hoy en el mercado existen muchos productos que permiten iniciar el camino como inversionista desde $500.000.
Invertir es un proceso de autoconocimiento de las habilidades, motivo por el que autoevaluar la profundidad de capacidades y desarrollo en un tipo de negocio antes de destinar recursos económicos, resulta elemental.
2.- Mito: Las inversiones son riesgosas. Puedo perder todo mi dinero.
Como humanos, tenemos una tendencia natural a temer lo desconocido y las inversiones suelen ser un área inexplorada. La clave para abordar esto es recordar lo que dice Morgan Housel en su libro The Psychology of Money: “Pagas un precio por todo, nada es gratis”.
Si quieres que tu dinero trabaje duro, debes esforzarte por comprender cuál es el riesgo, cuál es la recompensa asociada al riesgo y luego diseñar una idea o proyecto con la que te sientas cómodo.
Lo primero que hay que entender es que los mercados de valores NO son la única forma de invertir. La siguiente verdad es, por supuesto, que hay expertos que están presentes para ayudar a encontrar las oportunidades adecuadas. No hacer nada no es la opción.
Los expertos te pueden ayudar a planificar las cosas de manera inteligente, una de las cuales es la reducción de riesgos. Para reducir el riesgo de inversión, puedes invertir tu dinero en múltiples ubicaciones y diversificar las áreas de inversión lo salvará del riesgo de mercado.
3.- Toda deuda es mala
En realidad, existe tal cosa como una buena deuda. Una buena deuda es el resultado de financiar algo que se aprecia en valor, como la educación, el transporte o los bienes raíces.
La deuda en cantidades manejables puede consolidar la responsabilidad financiera, la planificación y el puntaje de crédito. Esto es, por supuesto, siempre y cuando la deuda se pague regularmente y se cancele a tiempo.
Acumular algo de deuda también puede ser la clave de la libertad financiera. Al pedir prestado para financiar una pequeña empresa o un préstamo estudiantil, las personas se están preparando para obtener mayores ganancias en el futuro.
Además, el interés en ciertos tipos de préstamos, como una hipoteca, es más bajo y deducible de impuestos, a diferencia del interés en los préstamos personales.
Adicionalmente, las personas con buen crédito como resultado del pago de sus deudas se vuelven elegibles para tarjetas de crédito con fuertes programas de recompensas.
4.- Un puntaje de crédito casi perfecto garantiza obtener las mejores tasas de préstamo
Aunque este mito financiero tiene cierto peso, no es completamente exacto porque la aprobación del préstamo y las tasas varían según el prestamista, el tipo de préstamo, los términos del préstamo y otros elementos.
Es cierto que un puntaje de crédito es uno de los múltiples factores que determinan los montos de los préstamos, pero, no siempre es lo más importante, ni está garantizado hacer que los prestamistas aprueben un préstamo u otorguen la mejor tasa de préstamo.
Sin embargo, un puntaje de crédito alto o casi perfecto fortalece el poder de endeudamiento de una persona o empresa. Es más probable que los prestamistas extiendan préstamos a prospectos confiables y de bajo riesgo. Por lo tanto, mantener un buen puntaje de crédito, definitivamente importa, aun así, no es una confirmación de aprobación.
En última instancia, un buen puntaje de crédito representa una responsabilidad financiera, pero no un estado monetario supremo que asegura el 100% de aprobación del préstamo a las mejores tasas.
5.- Mito: No necesitas liquidez de emergencia
Esto no podría estar más alejado de la realidad. Las situaciones de emergencia, exigen que tengas recursos a mano para abordarlas y solucionarlas. ¿Qué pasa si un empleado se lesiona en una visita de trabajo y esto no está cubierto por el seguro de salud? O, tal como le está sucediendo actualmente a muchas empresas con sus empleados, ¿qué pasa con tus trabajadores ante la crisis generada por la pandemia que ha llevado a la recesión económica y tú como empleador te ves obligado a iniciar recortes y rondas de despido?
No importa para cuántos escenarios estés asegurado, es fundamental que estés en una posición de flujo de efectivo líquido durante todo el mes y que tengas acceso inmediato a activos líquidos para solventar estas situaciones.
6.- Mito: Las tarjetas de crédito deben ser evitadas
Siempre y cuando pagues el saldo de tu tarjeta corporativa en su totalidad cada mes para evitar intereses, hacer compras con crédito puede valer la pena. Muchas tarjetas de crédito ofrecen programas de recompensas. Si realizas todas tus compras diarias con tu tarjeta, podrías acumular rápidamente puntos que puedes canjear por efectivo, viajes, productos electrónicos o para invertir.
Además, demostrar que usas el crédito de manera responsable puede ayudarte a aumentar tu puntaje de crédito, lo que facilita la compra de maquinaria o instrumentos de trabajo más adelante. Incluso puedes ganarle una tasa de interés más baja cuando pidas prestado en el futuro. Puede ser difícil salir de la deuda de la tarjeta de crédito, pero si controlas tus gastos y pagas la tarjeta todos los meses, la tarjeta de crédito puede ser de mucha utilidad.
7.- Mito: Invertir es lo mismo que ahorrar
En el ahorro, se acumulan los recursos paulatinamente y se puede disponer de ello en cualquier momento. Los puedes tener en casa, o en alguna cuenta de ahorro que no genera ganancias.
Invertir es hacer que ese esfuerzo de ahorro tenga rendimientos. Las inversiones se refieren a dinero que “prestas” por un plazo establecido, para que sea aprovechado en una inversión o con algún propósito, con la intención de obtenerlo de vuelta con una ganancia o mediante el retorno de la inversión.
En conclusión
Puede que no seas economista, pero puedes planificar con un poco de anticipación. Mediante la inversión y el buen manejo de tus fondos y tu capital te llevarán al crecimiento y al éxito de todo lo que quieras alcanzar, a pesar de estos mitos financieros.
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