Si tu puntaje de crédito no es precisamente el más alto o no has establecido historial de crédito, una forma de acceder a fondos es mediante una tarjeta de crédito asegurada, la cual te servirá también para arreglar tu historial crediticio. Aquí en InQmatic te explicaremos cómo obtenerla, sus ventajas e inconvenientes, y la mejor alternativa para obtener el dinero que necesitas para hacer crecer tu negocio.
Las tarjetas de crédito son esenciales para las actividades comerciales de la mayoría de las empresas. Para ti, como dueño o dueña de un negocio, pueden ayudarte a crear y desarrollar tu crédito para que puedas obtener los activos (fondos, capital) que necesitas para que camine y crezca adecuadamente tu empresa. Desafortunadamente, si tienes un mal crédito o simplemente no tienes historial crediticio, esto puede hacer difícil que aprueben tu aplicación cuando solicites una. Pero existen opciones, y una de ellas es conseguir una tarjeta de “crédito asegurada” de negocio, que puede ser la mejor solución para restablecer o reconstruir tu crédito.
¿Qué es una tarjeta de crédito asegurada?
Una tarjeta de crédito asegurada es aquella que requiere un depósito o garantía por adelantado. En la mayoría de los casos, este depósito debe hacerse en efectivo, aunque algunas entidades de préstamo aceptarán que se agreguen bienes de garantía como casas, automóviles u otros activos.
Aunque un depósito puede no parecerte una buena idea, el fin sí, porque una tarjeta de crédito asegurada o una tarjeta de crédito comercial asegurada puede ser una herramienta valiosa para construir o reparar tu crédito. El depósito de garantía asegurará a los prestamistas que, a pesar de tu mal crédito, podrás devolver el préstamo.
Al igual que una tarjeta de crédito normal, puedes usar una tarjeta de crédito asegurada para hacer compras o pagar facturas cuando no cuentes con dinero en efectivo. Tu historial de pagos le informará a las principales agencias de informes crediticios, recibirás un estado de tu cuenta cada mes y deberás hacer pagos mensuales con el objetivo de pagar el saldo completo para evitar cargar intereses. También puedes realizar pagos múltiples cada mes para mantener bajo el saldo que debes de la tarjeta.
La mayoría de los usuarios observan una mejora en sus puntajes de crédito aproximadamente tras un año de haber obtenido la tarjeta y generalmente pueden calificar para acceder a crédito no asegurado (quiere decir que ya no necesitas dejar un depósito). Es una buena idea pedirle al emisor de la tarjeta que en ese momento transfiera tu tarjeta de crédito asegurada a otra de uso normal. De esa manera, no necesitarás abrir una nueva cuenta, lo que significa que tu puntaje de crédito no se verá afectado.
Cantidad necesaria para un depósito de seguridad
El depósito de seguridad requerido variará según la entidad que financie, pero todos ellos revisarán tu historial de crédito, ingreso o capital disponible y tu capacidad de pagar dentro de los plazos. Si tienes malos antecedentes crediticios, no te preocupes, ya que este tipo particular de tarjeta (de crédito asegurada) es específicamente para individuos o empresas con malos antecedentes de crédito.
En la mayoría de casos, el depósito que debes dejar equivale a tu límite de crédito. Por ejemplo, si dejas como depósito $500 por una tarjeta de crédito asegurada, tu límite de crédito será también de $500.
Es importante tener en cuenta que esto no es lo mismo que una tarjeta de crédito prepaga, en la que su depósito se utiliza contra el saldo que acumula. Por el contrario, tu depósito se mantendrá por separado y debes pagar tu factura en su totalidad, sin depender del dinero que pagaste por adelantado.
¿Qué le pasará a tu depósito?
Si siempre pagas las facturas de tu tarjeta de crédito a tiempo, podrás recuperar tu depósito. Tu depósito se mantiene por separado y al igual que un depósito para el alquiler de un equipo, lo recuperarás siempre y cuando cumplas con tu parte del trato. En este caso, esto significa hacer pagos regulares en tu cuenta y, finalmente, llegar a un saldo cero.
El momento exacto de recuperar tu depósito puede variar según la entidad financiera, pero en cualquier circunstancia tu cuenta deberá estar al día. Hay situaciones en las que una entidad de préstamos de tarjeta de crédito asegurada devolverá tu depósito:
- Un depósito puede ser devuelto al titular de la tarjeta cuando decide cerrar la cuenta.
- En otra situación, quizás la más deseada, es aquella en la que tú, por ser el titular de la cuenta, reduces con éxito el riesgo de tus pagos, al mantener un historial de pagos a tiempo y con saldos manejables. En este caso, la entidad financiera de préstamos podrá decidir convertir tu cuenta, de ser una cuenta de tarjeta de crédito asegurada a una no asegurada, y devolver tu depósito sin que tengas que cerrar la cuenta.
Interés en una tarjeta de crédito asegurada
Dependiendo de la entidad financiera que emite la tarjeta, pueden cobrarte una tarifa anual y tarifas relacionadas por abrir y usar la cuenta. Estas tarifas son cargos aparte del interés cobrado por el saldo sin pagar.
La entidad de préstamo puede ofrecerte un APR introductorio (“Annual Percentage Rate” o tasa de interés anual) que normalmente es más baja durante un tiempo específico, y luego cambiará a un APR regular o variable.
Cuando la tarjeta de crédito asegurada tiene un APR regular, generalmente la entidad financiera no cambian esta tasa durante 12 meses. Una tasa variable (también llamada tasa flotante) es más arriesgada porque está vinculada a la tasa preferencial de Estados Unidos. A medida que cambia la tasa preferencial, tu APR fluctúa hacia arriba o hacia abajo según el margen del banco. Por ejemplo, si la tasa preferencial es del 5% y la tasa del banco es del 12%, la tasa variable total será del 17%. Por todo eso, asegúrate de saber cómo funciona el APR en tu tarjeta.
Dependiendo de los términos de la tarjeta de crédito, el emisor de la tarjeta puede cobrar una tarifa diferente por retirar dinero en efectivo que en las compras hechas con la tarjeta.
Ventajas e inconvenientes de las tarjetas de crédito aseguradas
Estas son las ventajas y desventajas de usar este tipo de tarjeta de crédito para tu negocio:
Ventajas:
- Usada de manera responsable te ayuda a construir crédito para calificar y conseguir préstamos sin que tengas que usar una tarjeta asegurada.
- Puedes obtener acceso a efectivo o para hacer compras incluso si tienes mal crédito.
- Puedes usarla en cualquier lugar donde las acepten los comerciantes.
- Algunas tarjetas obtienen recompensas como devoluciones de efectivo, puntos para viajes, etc.
Desventajas:
- Puedes perder tu depósito en una tarjeta asegurada si incumples los pagos.
- La cantidad limitada de efectivo que te ofrece la tarjeta, puede ser inadecuada para tus necesidades.
- Se requiere un depósito para garantizar el poder usar el dinero.
- Las tasas de interés son normalmente más altas porque se te considera un riesgo mayor al momento de pagar el préstamo. Además, se te puede cobrar una tarifa anual, una tarifa de apertura, una tarifa por aumento de crédito, una tarifa de mantenimiento y tarifas por retraso en los pagos.
- Un historial de financiamiento asegurado (de quien ha usado la tarjeta asegurada) puede no ser atractivo para ciertas entidades que prestan dinero.
En algunas situaciones, como cuando tienes un negocio pequeño o cuando tienes mal crédito, las tarjetas de crédito aseguradas son una solución a corto plazo para obtener acceso a dinero en efectivo.
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