Hay técnicas que se utilizan para detectar los liderazgos en tu empresas y poder optimizarlos. Puede que actualmente tengas varios líderes en tu negocio y no lo sepas.
Formar personas es difícil y encontrar individuos formados es aún más complicado. Parte de tu trabajo, como dueño de negocio, es detectar y reclutar líderes potenciales de tu organización y convertirlos en líderes reales.
Lo primero que debes observar es la actitud. Y preguntarte: ¿tiene iniciativa?, ¿es perseverante? ¿es humilde? ¿tiene metas o sueños?
Recuerda que en esta primera fase no se ven tanto los conocimientos que tenga un futuro líder, ya que estos van a ser potenciados después a través de capacitaciones.
Una vez que identificaste a un colaborador que destaque por su actitud empieza la fase de formación. Debes enseñarle a ser líder no solo en los tiempos buenos, sino para que lo sea en tiempos difíciles, ya que son estas épocas del negocio donde más se necesitan cabezas que logren salir de una crisis.
En Konfronta aplican la metodología MUEVE. Consiste en motivar a los colaboradores destacados a través de un plan de vida con objetivos claros. Además, debes enseñarle a perder el miedo a la responsabilidad. La gente no le tiene miedo al éxito sino a la responsabilidad.
Metas. Si quieres desarrollar líderes dentro de tu negocio debes tener capacidad de desarrollar metas específicas, alcanzables y medibles. A los colaboradores que seleccionaste para el liderazgo no le des simples actividades sino metas, objetivos. Tienen que tener claro el qué, el para qué (misión de la empresa) y el por qué (visión del negocio).
La misión y visión hace que las metas creen un sentido de pertenencia en los líderes. Y estas metas deben estar relacionadas con el plan de vida del líder.
Ubicar. Luego que definiste la meta, debes de ubicar a tus líderes, es decir, hacer un diagnóstico completo de tu equipo. Saber qué conocimientos y habilidades tienen.
Además, debes ubicar el nivel de madurez. El nivel 1 es cuando las personas son como un niño al que le tienes que decir qué hacer.
En cambio, el nivel 2 es cuando la personas es como un adolescente (rebelde) con respecto a la meta que se haya puesto.
Luego está el nivel 3 que es cuando la personas es como un adulto (independiente). Y el último nivel es el 4 cuando el colaborador es maduro (interdependiente). Para detectar en qué nivel están debes basarte en las actitudes, conocimientos y habilidades que tienen.
Tú también debes calificarte. Es muy importante que lo hagas, ya que esto determinará en qué debes mejorar para entrenar a tu equipo.
Equilibrio. Luego de realizar la ubicación personal y del equipo, el siguiente paso es buscar el equilibrio entre la tarea y la relación. Si eres muy exigente en la tarea y no cuidas la empatía y la relación con la gente, pues no vas a conseguir las metas.
Sin embargo, la idea tampoco es que te hagas muy amigo del entrenado y no le exijas, ya que así no vas a desarrollar ninguna habilidad. La fórmula correcta mezcla alta disciplina con alta empatía.
Valor. Después de encontrar el equilibrio, debes tener el valor para cumplir lo que dijiste que ibas a ejecutar. Valor para actuar y ejecutar. Por lo general, los pequeños negocios y colaboradores no tienen problemas de planeación sino de ejecución.
Además, debes tener el valor para afrontar la carencia de resultados.
Empoderar. El siguiente paso es liberar el poder de la gente, empoderar a tus líderes. Si la gente no quiere, motívalas. Si la gente no sabe capacítalas. Si la gente no puede, desarrolla sus habilidades.
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