En tu empresa, sin duda, tienes colaboradores que se prestan para ser buenos líderes, pero, quizá, no han explotado esa faceta. Un verdadero empresario no le tiene miedo a formar líderes. Te mostramos cómo hacerlo.
Desarrollar el liderazgo en tu negocio es esencial para poder destacar dentro del mercado. En tu empresa, sin duda, tienes colaboradores que se prestan para ser buenos líderes, pero, quizá, no han explotado esa faceta.
En Despendjéate, el show, junto a Melecio Ortega, CEO de Konfronta Pionner Group, te mostramos una guía fácil de aplicar para explotar esos liderazgos escondidos dentro de tu negocio.
No hay un gen que determine que una persona será un excelente líder. Los humanos somos como una semilla, por eso depende mucho de en qué tipo de tierra se siembra y los cuidados para saber el potencial de liderazgo que podemos desarrollar.
Entonces, el líder se hace. Claro, el entorno también influye mucho. En países como Estados Unidos se facilita mucho desarrollar líderes en comparación con Latinoamérica.
¿Cómo identificar un potencial líder dentro de tu empresa?
Formar personas es difícil y encontrar individuos formados es aún más complicado. Parte de tu trabajo, como dueño de negocio, es detectar y reclutar líderes potenciales de tu organización y convertirlos en líderes reales.
Lo primero que debes observar es la actitud. Y preguntarte: ¿tiene iniciativa?, ¿es perseverante? ¿es humilde? ¿tiene metas o sueños?
Recuerda que en esta primera fase no se ven tanto los conocimientos que tenga un futuro líder, ya que estos van a ser potenciados después a través de capacitaciones.
Una vez que identificaste a un colaborador que destaque por su actitud empieza la fase de formación. Debes enseñarle a ser líder no solo en los tiempos buenos, sino para que lo sea en tiempos difíciles, ya que son estas épocas del negocio donde más se necesitan cabezas que logren salir de una crisis.
En Konfronta aplican la metodología MUEVE. Consiste en motivar a los colaboradores destacados a través de un plan de vida con objetivos claros. Además, debes enseñarle a perder el miedo a la responsabilidad. La gente no le tiene miedo al éxito sino a la responsabilidad.
Metas. Si quieres desarrollar líderes dentro de tu negocio debes tener capacidad de establecer metas específicas, alcanzables y medibles. A los colaboradores que seleccionaste para el liderazgo no le des simples actividades sino metas, objetivos. Tienen que tener claro el qué, el para qué (misión de la empresa) y el por qué (visión del negocio).
La misión y visión hace que las metas creen un sentido de pertenencia en los líderes. Y estas metas deben estar relacionadas con el plan de vida del líder.
Ubicar. Luego que definiste la meta, debes de ubicar a tus líderes, es decir, hacer un diagnóstico completo de tu equipo. Saber qué conocimientos y habilidades tienen.
Además, debes ubicar el nivel de madurez. El nivel 1 es cuando las personas son como un niño al que le tienes que decir qué hacer.
En cambio, el nivel 2 es cuando la personas es como un adolescente (rebelde) con respecto a la meta que se haya puesto.
Luego está el nivel 3 que es cuando la personas es como un adulto (independiente). Y el último nivel es el 4 cuando el colaborador es maduro (interdependiente). Para detectar en qué nivel están debes basarte en las actitudes, conocimientos y habilidades que tienen.
Tú también debes calificarte. Es muy importante que lo hagas, ya que esto determinará en qué debes mejorar para entrenar a tu equipo.
Equilibrio. Luego de realizar la ubicación personal y del equipo, el siguiente paso es buscar el equilibrio entre la tarea y la relación. Si eres muy exigente en la tarea y no cuidas la empatía y la relación con la gente, pues no vas a conseguir las metas.
Sin embargo, la idea tampoco es que te hagas muy amigo del entrenado y no le exijas, ya que así no vas a desarrollar ninguna habilidad. La fórmula correcta mezcla alta disciplina con alta empatía.
Valor. Después de encontrar el equilibrio, debes tener el valor para cumplir lo que dijiste que ibas a ejecutar. Valor para actuar y ejecutar. Por lo general, los pequeños negocios y colaboradores no tienen problemas de planeación sino de ejecución.
Además, debes tener el valor para afrontar la carencia de resultados.
Empoderar. El siguiente paso es liberar el poder de la gente, empoderar a tus líderes. Si la gente no quiere, motívalas. Si la gente no sabe capacítalas. Si la gente no puede, desarrolla sus habilidades.
¿Cómo saber que un colaborador está listo para ser líder (y cuándo no)?
Antes de iniciar el entrenamiento para que un colaborador sea líder, debes preguntarle de forma clara y puntual si él quiere asumir ese rol, ya que si no desea estar en posiciones de liderazgo de nada servirá la capacitación.
Luego que realices el entrenamiento, debes tener mucho cuidado en no “sobre capacitar” a tus líderes. Por eso es importante que apliques la medición de madurez que explicamos anteriormente.
Tienes que detectar si el colaborador es dependiente, rebelde, independiente o interdependiente.
Si es dependiente, debes estar “encima” de él de manera positiva. Decirle qué hacer y cuidar la relación. En esta fase se requiere mucho entrenamiento.
Sin embargo, si tratas a un colaborador “adulto” o “madura” como un “niño”, lo vas a sobre dirigir y lo terminarás fastidiando. En estos casos debes realizar un coaching de seguimiento.
Cuando están en la faceta de adolescente sí le debes decir qué hacer, pero persuadiéndolo porque ellos no quieren que los vigilen, pero no saben vivir sin vigilancia.
Una de las preguntas frecuentes que se realizan los dueños de negocios es ¿cómo retener a los líderes que formaron?
Sabemos que capacitar a un colaborador en temas de liderazgos conlleva una inversión de tiempo y dinero que no queremos que se pierda por lo que recomendamos cumplir siempre con las recompensas que se fijaron cuando se obtienen las metas.
Además, debes tener una estructura de crecimiento para los líderes que formas, ya que, seguramente, querrá tener su propio negocio. Ten lista tu siguiente sucursal, una franquicia para invertir con él. El verdadero empresario no le tiene miedo a formar líderes.
Si no le puedes dar expectativas de crecimiento a el líder que formaste y se va, no será problema de él sino tuyo.
¿Cómo ser un buen líder de tus líderes dentro de tu empresa?
Debes predicar con el ejemplo. Las tres palabras claves que debes recordar siempre para ser un buen líder de tus líderes son: concientizar, practicar y predicar.
No satanizar el error. Una de las grandes debilidades de la comunidad latina es que tiende a generar críticas destructivas cuando un líder o colaborador se equivoca. Hay que lograr un equilibrio entre exigir y entender.
Tienes que ser exigente, pero “gente”, exigente, pero comprensivo. Y ¿cómo notas si lograste ese equilibrio con tus líderes? La relación de tu equipo lo demostrará y sobre todo, si tus metas se están cumpliendo.
Además, no realices tú las críticas, no le digas que lo están haciendo mal, deja que tus líderes sean autocríticos y que ellos se den cuenta de sus avances o retrocesos. Dale la oportunidad de equivocarse, es un riesgo controlado.
Y si quieres realizar una crítica, usa la estrategia del sánduche. Es decir, primero le dices un halago, luego una crítica constructiva y terminas con frases que eleven su autoestima. No pongas y dejes poner etiquetas a tus colaboradores. Señala fallas o conductas no a personas.
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