Actualmente varios dueños de negocios en Estados Unidos están pasando por mucho estrés psicológico y ‘financiero’ debido a al COVID-19. InQmatic, pensando en esta situación, conversó, a través de Despendejéate, el show, con dos expertos en el tema para darte luces de cómo reprogramarte mental y económicamente. Tranquilo, hay esperanza.
El primer paso es aceptar la situación desde la parte emocional y afectiva, dice Colette Hauzeur, especialista en finanzas personales y psicología financiera.
Antes de la pandemia de seguro tenías una planificación financiera que ibas a cumplir, pero que se vio trastocada por el coronavirus. Entonces debes reenfocarte. Reorganiza tus finanzas y tus presupuestos al contexto actual.
Sabemos que, lastimosamente, quizás te hayas enfermado o tienes familiares contagiados o que han fallecido por el virus y que es duro tratar de redirigir tu negocio en estas circunstancias, pero debes hacerlo para mejorar tu situación.
Recuerda que estamos viviendo una etapa donde debes cuidar mucho tu dinero y proteger tus finanzas por lo que adaptarte a la nueva realidad es primordial, incluso, cambiar el giro de tu negocio de ser necesario, dice Hauzeur.
Ser optimista en medio de la gran tormenta
Si bien esta es considerada como la Champions League de las crisis hay maneras de sobrellevarla. Cambiar las formas en la que te relacionas con tus clientes o empleados puede ser una buena alternativa, afirma Fede Leguizamón, psicólogo especializado en rendimiento.
Llama a tus clientes para preguntarles cómo están, qué les está pasando y cómo los puedes ayudar. Incluso, si puedes donar productos o realizar algún tipo de ayuda hazlo. Debes crear conexiones, ser empático. Esto abrirá mucha mentalidad y emocionalidad positiva, y, sobre todo, gratitud.
El sentimiento pesimista, que es normal desarrollarlo, nos debe impulsar para salir adelante y resolver problemas. Sin embargo, no puedes permitir que ese negativismo se desborde. Además, según Leguizamón, evita estar siempre leyendo, viendo y escuchando noticias negativas.
Soy un pequeño emprendedor y no tengo liquidez ¿qué hago?
Busca ayuda. Hay especialistas, como los de InQmatic, que te pueden guiar para acceder a financiamiento o ayudas federales. Además, consigue asesoramiento para evaluar si continúas con el giro de tu negocio o modificas tus productos bajo los protocolos de sanidad que se aplican en estos momentos.
‘Estamos en uno de los mejores países (Estados Unidos) para poder asimilar esta situación. Es un país que ha salido a ayudar sus negocios y que tiene una de las economías que mejor están preparadas para recuperarse del golpe’, dice Andrés Zambrano, especialista de InQmatic.
El duelo de cerrar un negocio
Es normal sentir como un ‘fracaso’ cerrar tu negocio o empresa. Sin embargo, debes entender que es una faceta del aprendizaje y tienes que transformar la palabra fracaso en crecimiento.
También sentirás rabia y culparas al sistema de obligarte a cerrar. Sin embargo, no debes pensar que el coronavirus es una ‘gripe cualquiera” y cuestionar el por qué se deben implementar medidas como el distanciamiento social.
El COVID-19 vino para cambiar nuestra forma de pensar y hacer negocios, y hay que aceptarlo, dice Leguizamón.
No debes estar todo el día en la cama lamentándote, eso psicológicamente te afecta. Empieza a realizar actividades que generen valor. Comenzar desde cero te da la oportunidad de mejorar lo que hiciste bien y de saber qué hiciste mal.
Ten presente la frase que te parecerá trillada, pero es real: En momentos de crisis surgen oportunidades. Y ¿por qué es real? Porque actualmente hay nuevas necesidades que están a la espera de una solución.
Perdiste tu empleo y quieres emprender, pero tienes miedo a lo desconocido
Emprender no es una moda. Necesitas tiempo, presupuesto y tener claro lo que quieres. No es lanzarte y ver qué pasa.
Analiza las actuales necesidades del mercado y si tienes un producto que las satisfaga. La mayoría de las personas que deciden emprender se enfocan solo en los resultados por lo que lanzan un producto y a nadie le interesa. Debes estar respaldado por datos.
El miedo es normal porque estás asumiendo riesgos, pero debes enfrentarlo y utilizarlo como motivación personal.
Además, tus futuros clientes serán globales no solo locales. Tu producto tiene que responder a necesidades tanto a personas que vivan en Estados Unidos como en España o cualquier país del mundo.