El presidente del Comité de Pequeñas Empresas y Emprendimiento del Senado, Ben Cardin (D-Md.), presentó un proyecto de Ley en el Senado de los Estados Unidos, para que el gobierno federal emita otra ronda de alivio COVID para ayudar, a través de subsidios, a las pequeñas empresas más afectadas que puedan demostrar pérdidas sustanciales en 2020 y 2021 debido a la pandemia de COVID-19.
Fondo de subsidios Hard – Hit para las pequeñas empresas
El proyecto de ley establecerá el Fondo de Ayuda para Pequeñas Empresas Hard-Hit (Hard-Hit Small Business Relief Fund), que transferiría los fondos restantes de los programas de alivio COVID-19 de la Administración de Pequeñas Empresas de los Estados Unidos (SBA). El proyecto de ley prevé poner a disposición de las pequeñas empresas subsidios por un monto de $6 mil millones.
El Fondo de Ayuda para Pequeñas Empresas Hard-Hit autoriza a la SBA a definir la elegibilidad de las empresas que son empresas unipersonales, contratistas independientes, personas que trabajan por cuenta propia y pequeñas empresas de propiedad tribal. Este proyecto de ley también exige a la SBA que haga un seguimiento e informe públicamente de todos los subsidios y establezca un proceso de auditoría para garantizar que el programa se administre de manera transparente. El proyecto de ley incluye ayuda en forma de créditos fiscales, préstamos y subsidios.
Cardin destacó que, “Las pequeñas empresas estadounidenses todavía están luchando bajo una deuda insostenible, retrasos continuos en la cadena de suministro y desafíos de la fuerza laboral que inhiben su capacidad para operar y hacer crecer sus negocios”, por lo que sostuvo que, la Ley del Fondo de Ayuda para Pequeñas Empresas muy afectadas, haría que los $6 mil millones en ayuda federal no utilizada para pequeñas empresas COVID-19 estén disponibles para las pequeñas empresas que más necesitan ayuda.
Se suman problemas y desafíos para la recuperación de las empresas
A las pequeñas empresas que ya han venido afrontando problemas al hacer la transición a la era post-COVID, ahora se le suman nuevos desafíos para que permanezcan en el camino hacia la recuperación. Entre los retos que se les han presentado se pueden incluir:
- La inflación que alcanza un 8,6% histórico
- El aumento de los precios del combustible
- Los problemas de la cadena de suministro
La inflación experimentó aumentos generalizados en mayo, siendo la vivienda, la gasolina y los alimentos los mayores contribuyentes.
Después de haber disminuido en abril, el índice de energía subió un 3,9% durante el mes de mayo, con el índice de gasolina subiendo un 4,1% y los otros índices de componentes principales también aumentando.
El índice de alimentos subió un 1,2% en mayo, mientras que el índice de alimentos en el hogar aumentó un 1,4%. Con menos para gastar, la demanda de bienes y servicios de los clientes está disminuyendo.
Las empresas también están sintiendo el impacto. Un informe de SCORE indica que la mayoría de las pequeñas empresas (62,7%) han visto disminuir sus ganancias a mucho más bajas de lo esperado, o algo más bajas debido a las menores ventas y los mayores gastos. Solo el 15,5% ha informado que sus ganancias fueron más altas de lo esperado.
Las ventas más bajas y lentas, el aumento de los costos de suministro, las interrupciones del suministro, la escasez de mano de obra, la pandemia y la inestabilidad global también han sido factores de recesión.
Alrededor del 58,6% de las empresas reportan ventas mucho más bajas o algo más bajas de lo esperado, y al mismo tiempo más de la mitad reportan (59,5%) gastos que son algo o mucho más altos de lo esperado.