Los impuestos a las ventas, conocidos como “sales tax” en inglés, son un requisito para casi todas las ventas hechas en el estado de Nueva York, y muchas de éstas también están sujetas a un impuesto por utilizar el producto en el estado (use tax). El “use tax” tambien aplica para productos comprados fuera del estado y que son utilizados dentro del estado de Nueva York.
El impuesto es determinado por ambos el estado de Nueva York y la ciudad de Nueva York, y como dueño de pequeño negocio es un deber recolectarlos y remitirlos al departamento de impuestos y finanzas del estado.
La mayoría de las compras de propiedad personal y servicios son sujetos a un impuesto de la ciudad de 4.5% y a un impuesto del estado (y por el uso del producto) de 4%. Adicionalmente, se aplica un cargo de 0.375% por hacer negocios en el área metropolitana (Metropolitan commuter transportation mobility tax, MCTMT). En total, se cobra el 8.875% en impuestos a los productos y servicios en esta categoría.
Las compras de ropa y zapatos de menos de $110 son exentas a los impuestos, pero al pasar de ese límite se debe cobrar el 4.5% en impuestos de la ciudad y el 4% en impuestos del estado. Esta categoría incluye productos como muebles, electrónicos, servicios de electricidad, teléfono, limpieza, estadías en hoteles, comida vendida por restaurantes y catering, etc.
Los servicios en establecimientos de belleza y gimnasios/clubes de salud y fitness sólo son sujetos al impuesto de 4.5% de la ciudad.
Finalmente, la ciudad le impone un impuesto de 10.375% a los servicios de estacionamiento y almacenamiento de autos, y un cargo adicional de 8% si estos servicios se brindan en Manhattan.