¿QUIÉNES SOMOS? ¿QUÉ NOS CONSIDERAMOS?”.
Emprender es uno de los mayores desafíos que podemos tener en nuestras vidas. Es una actividad que demanda de nosotros, esfuerzo, dedicación, valentía, consistencia y constancia. El que emprende es un valiente y un rebelde, es decir, no se conforma, no se queda en una zona de confort, sino que está dispuesto a salir de ella, enfrentar sus miedos e intentar superar obstáculos.
Ahora bien, parte de ese proceso es saber tener los pies bien puestos sobre la tierra y saber entender de manera adecuada en dónde estamos, qué queremos y hacia dónde vamos.
Cuando se tiene un negocio es fácil considerarnos como «empresarios» o como «dueños de negocios» pero, ¿realmente lo eres?, realmente te sientes así?
Para esto es importante saber identificar las 3 etapas básicas del emprendimiento: Soñador – Emprendedor – Empresario (dueño de negocio). Aquí te damos una guía básica para que puedas ayudarte a determinar en cuál etapa estás tú.
ETAPA SOÑADOR
Todos tenemos ideas geniales; “tenemos la idea millonaria”, “la idea ganadora”, pero esta idea mientras no se ejecute es sólo eso. A esta etapa la denominaremos: «soñador» que es esa etapa en la que tu idea aún no está madura, a la que todavía moldeas, a la que aún le agregas cosas y que, a pesar de que estás convencido de que es una gran idea, aún no la has probado o de la que no has obtenido resultados reales.
En esta etapa, un emprendedor comparte su tiempo dedicado a su idea, con un trabajo que le permita tener «weekly income» o el ingreso para mantenerse. Si tienes varios socios, es el tiempo en el que te pasas también moldeando tu idea con tus socios, lanzando planes, proyectos, números, cifras, etc.
El mundo está lleno de grandes ideas y de personas que las tienen. Has escuchado alguna vez, la frase: «me ganaron la idea» o «yo tenía esa idea hace años», pues bien, no te robaron la idea, ni nada por el estilo. Al final, es la calidad de la ejecución, la valentía que uno tenga en un determinado momento para tomar oportunidades y sobre todo para luchar por la idea que uno tiene, lo que lo hace pasar de ser soñador a un emprendedor.
ETAPA EMPRENDEDOR
Esta etapa es en la que tomas la decisión de dar el salto, de poner en ejecución tu idea. En la que decides lanzarte y emprender. En emprendimiento, no hay grises ni medios tonos, si estás completamente convencido de que tu idea es buena, pues debes «quemar las naves como Cortés», es decir, estar dispuesto a apostarlo todo por ella: tiempo, dinero, esfuerzo y sacrificio. Los inversionistas suelen llamar «la piel en el juego» que es el identificar lo que estás dispuesto a entregar tú por tu idea y eso es un termómetro real sobre tu nivel de convencimiento pues, ¿cómo le puedes pedir a alguien que ponga algo que tú no estás dispuesto a dar?
Se dice que el primer gran paso es tener un “plan de negocios” pero no siempre un emprendedor cuenta con eso. Para poner en papel y en práctica un Plan de Negocios ten en cuenta que debes considerar las siguientes interrogantes sobre los elementos básicos de tu negocio:
- ¿a quién voy a vender?
- ¿Qué voy a vender?
- ¿Qué me diferencia de toda la competencia?
- ¿Cómo voy a llegar a ese mercado,
- ¿Cuáles son los canales de distribución: ¿cómo va a llegar mi producto a mi cliente?, lo voy a llevar yo directamente o lo voy a entregar a través de terceros?
- ¿Cómo voy a mantener la relación con mis clientes?
- ¿Cómo voy a cobrar?
- ¿Quiénes son mis socios estratégicos? (alianzas estratégicas)
En la fase de emprendimiento, tu negocio absorbe todas tus energías y tu tiempo. Al inicio muchas de las necesidades del personal del negocio son cubiertas por ti. Tú eres: vendedor, jefe de producción, asistente contable, mensajero, etc.
No hay fórmulas exactas que puedan determinar los tiempos para desarrollar un emprendimiento, pero a medida que vayas creciendo es importante que tengas en cuenta los espacios estratégicos que debes ir llenando para que tu negocio vaya evolucionando y funcionando de la mejor manera y, al mismo tiempo, tú te vayas transformando en dueño de negocio.
ETAPA AUTO-EMPLEADO
Un auto-empleado es aquel que construye básicamente un lugar donde tiene un empleo seguro y en el que él mismo es su propio jefe, pero no tiene la libertad que necesita. Por un lado, hace contabilidad, finanzas, sabe de tecnología, busca clientes y también se dedica a vender.
¿Cómo identificar si soy auto – empleado? Aquí algunos hechos que debes identificar:
- Si me voy de vacaciones una semana, dos semanas o un mes mi negocio: ¿Va a funcionar de manera adecuada?
- Al terminar el día a día de actividades te preguntas: ¿qué hice hoy?, ¿hice algo productivo?
- En tus objetivos de negocio, al terminar el mes, ¿sientes que has avanzado en algo?
- ¿Cuándo fue la última vez que emprendiste un nuevo proyecto?
- ¿Sientes que el negocio no está en el nivel de desarrollo que lo pensaste al inicio?
Sí tienes algunas respuestas positivas a algunas de estas preguntas, no eres dueño de negocio sino más bien un auto – empleado, es decir, un empleo en el cual tú eres tu jefe, pero en el cual, si mañana no trabajas no generará ingresos.
Y si soy auto – empleado, ¿qué puedo hacer para convertirme en dueño de negocio? Ante todo, mentalízate que no será fácil, y será un proceso, pero aquí te damos unos consejos prácticos:
- Identifica primero quiénes te rodean: ¿tienes un equipo de trabajo que pueda tomar decisiones? Si la respuesta es no, empieza por allí.
- Empieza a formar un equipo de trabajo que pueda tomar decisiones, cuando tú no estés. Al principio será difícil, de que ellos se empoderen y que tú sueltes, pero si brindas la confianza suficiente y la enseñanza adecuada, con el tiempo se podrá realizar.
- Identifica qué se te da mejor: ¿vender, marketing, motivar? Una vez que identifiques eso, podrás enfocarte en esa actividad.
- Determina cuáles son tus objetivos: ¿abrir un nuevo negocio?, ¿crecer el actual?, ¿venderlo? Una vez determinado ese objetivo, trabaja en ello.
- Prepárate en lo que consideres que tienes fallas: toma cursos sobre negocios, anda a eventos (como los de InQmatic) y solidifica tu posición.
ETAPA EMPRESARIO O «DUEÑO DE NEGOCIO»
Un empresario es aquel que logra hacer que su negocio crezca y se desarrolle a tal punto que para seguir su operación permanente no dependa de la presencia física o tangible de su fundador. Un empresario, es aquel que por su experiencia es capaz de transmitir a otras personas todos sus conocimientos.
Un dueño de negocio es aquel que no se encarga del «micromanagement» (microgestión) de su negocio, sino que está enfocado en el «macro management» (macrogestión), que son las acciones estratégicas para que su negocio o su fortuna crezcan.
Para enfocarlo en ejemplos concretos: si después que tu negocio ha crecido, tu tiempo del día a día se va en actividades tales como: realizar las compras básicas, hacer cheques o ciertas fases de producción y no en actividades como: nuevas inversiones, contratar y desarrollar tu personal, nuevas alianzas estratégicas, posibilidades de nuevos negocios, pues no eres un empresario, ni te has convertido en un dueño de negocio.
Un dueño de negocio no significa que «ya no trabaja» o se queda en su casa. El ser dueño de negocio es una fase en la que tus actividades están enfocadas en el crecimiento de tu negocio y no en su operación diaria.
Entonces, ¿en qué actividades se debe enfocar un dueño de negocio?:
- Relaciones públicas.
- Marketing, generación de leads (clientes potenciales).
- Networking (creación de redes de contactos), atracción de inversión
- Generar procesos: Reunir un buen equipo de trabajo y procesos claros.
- Conformación de un buen equipo de trabajo
- Empoderamiento de su equipo de trabajo
- Nuevas inversiones
- Nuevas líneas de negocio
¿Pero, si no soy un empresario o «dueño de negocio» qué soy? Ahora hablemos del «auto – empleo»
Después de ver esa información, contesta algunas preguntas y te diremos en qué escalón te encuentres: