Si bien es cierto que los préstamos personales proporcionan fondos rápidos y no garantizados que pueden pagar cualquier cosa, desde reparaciones en el hogar hasta emergencias médicas, no todos cumplimos con los requisitos, a veces exigentes, que solicitan los proveedores de fondos o prestamistas.
Las personas que no califican para un préstamo personal tienen alternativas viables con las que no tendrán que recurrir a los prestamistas, que en muchas ocasiones, piden créditos muy sólidos y cobran altos intereses. A pesar de que estas opciones pueden ayudar a compensar la brecha de ingresos, tienen sus pros y contras.
Estas son algunas alternativas que puedes considerar:
1.- Prueba con opciones que no sean de préstamo
Intenta conseguir el dinero haciendo un espacio en tu presupuesto y sacando algo de dinero extra, según sostiene Tania Brown, planificadora financiera certificada y entrenadora financiera del área de Atlanta, quien aconseja lo siguiente:
- Revisa tu presupuesto en busca de gastos que puedas recortar, aunque sea temporalmente, como cenas fuera o servicios de streaming
- Para ahorrar en las facturas existentes, pregunta a las compañías de facturación, a los acreedores o a los consultorios médicos sí ofrecen planes de pago sin intereses
- Finalmente, combina los gastos reducidos con los ingresos adicionales de una actividad (trabajo) secundaria, como la reserva de viajes o la venta de cosas que ya no necesitas.
2.- Pide prestado a un miembro de la familia
Si te sientes cómodo pidiendo dinero a un familiar, ésta puede ser una de las opciones de préstamo más baratas. No implica una verificación de crédito o informes de crédito, pero puede requerir una planificación adicional.
Brown sugiere que, cuando te reúnas con el familiar que te va a prestar el dinero, lleves un “plan de juego” que incluya el monto del préstamo, la tasa de interés y el plazo de reembolso, para eliminar las conjeturas de la decisión. Para un préstamo pequeño, un documento de préstamo informal entre tú y el prestamista podría ser suficiente, mientras que los préstamos más grandes, pueden requerir un acuerdo formal.
Por su parte, Philip Mock, un CFP (Certified Financial Planner – Planificador Financiero Certificado) residenciado en Tulsa, Oklahoma, afirma que lo ideal sería que un abogado redactara un documento de préstamo formal que ambos firmen.
Destacó que, es posible que tengas que pagar una tarifa por el tiempo del abogado y señaló que los préstamos familiares pueden tener implicaciones fiscales, por lo que recomienda que investigues cuando redactes el contrato del préstamo, mientras que para préstamos más grandes o preguntas más complejas, sugiere que consultes a un profesional de impuestos.
3.- Divide una gran compra
Un plan de pago “compre ahora, pague después” (“buy now, pay later”) puede aliviar el estrés de una compra grande al dividirla en varios pagos más pequeños. Los planes BNPL están disponibles en la mayoría de los principales minoristas y pueden suavizar el golpe financiero de un nuevo colchón o computadora, por ejemplo.
BNPL es una opción fácil y rápida porque no hay una verificación de crédito dura o un proceso de solicitud largo, afirma Kristian Brennon, asesor financiero acreditado con sede en Kansas City, Missouri.
Debido a que los proveedores de BNPL retiran automáticamente los pagos a plazos directamente de tu cuenta, se recomienda establecer o configurar recordatorios de fechas de vencimiento de pagos y asegurarte de que tu cuenta no se sobregire.
4.- Obtén un avance en efectivo
Las aplicaciones de anticipos de efectivo como Earnin y Dave brindan una entrada rápida de unos pocos cientos de dólares sin verificación de crédito y tarifas más bajas que los préstamos de día de pago (payday loans). Pero al igual que los prestamistas de día de pago, estas aplicaciones requieren acceso a la cuenta bancaria de un usuario para retirar el reembolso en su próximo día de pago.
Aunque son convenientes, las aplicaciones deben usarse con moderación porque pueden ser difíciles de presupuestar, dice Brown. La cantidad que pidas prestada hoy dejará un agujero de ese tamaño en tu próximo cheque de pago, por lo que es recomendable anticipar esa brecha antes de pedir prestado.
Brown afirmó: “Asegúrate de que estás recibiendo exactamente la cantidad que necesitas y que estás trazando un plan sobre cómo vas a pagar esto”.
5.- Acumula ahorros con el tiempo
Los ahorros son la forma de pagar, sin intereses, emergencias y gastos discrecionales. Mock recomienda tener ahorrados los gastos de tres a seis meses, pero tener incluso unos pocos cientos de dólares en ahorros ayudará a cubrir la mayoría de los gastos inesperados.
Elabora una lista de tus gastos por venir, como disfraces de Halloween y regalos navideños, y presupuéstalos con anticipación, dice Brown. De esa manera, tus ahorros pueden reservarse para gastos inesperados o brechas de ingresos.
Para finalizar, agregó: “La vida siempre va a tener altibajos, y la clave es aprender a manejarse”. “Eso ayuda a convertir lo que sería una crisis en solo un inconveniente molesto”.